Pon rumbo a tu Libertad es un libro escrito desde la experiencia personal y el corazón, dirigido a toda persona que necesita inspiración para tomar las riendas de su vida y salir de cualquier situación de apego o, simplemente, de una vida no escogida o que no le satisface. Es un canto a la LIBERTAD que persigue impulsar cambios positivos de actitud en los lectores.
Nacer, crecer, reproducirse y morir. Estas son las etapas de la vida y, según las reglas sociales, durante nuestra estancia en este mundo, debemos estudiar, trabajar, enamorarnos, tener pareja e hijos, tal vez una mascota, comprarnos una casa, un coche, quizá una segunda residencia, ir de vacaciones, divertirnos con los amigos,…
La sociedad, la familia, las costumbres, todo influye en nuestro desarrollo como seres humanos. Heredamos creencias y estilos de vida que nos condicionan en nuestra toma de decisiones, desde que nacemos y a lo largo de toda nuestra existencia. Pero ¿realmente ejercemos nuestro derecho al libre albedrío o, por el contrario, nuestra vida está marcada por los estereotipos y las normas sociales? ¿Somos libres o esclavos de los convencionalismos?
Esta obra defiende la libertad de decisión y elección. Su objetivo es demostrar que otra vida es posible, que debemos luchar por vivir como realmente deseamos. Para ello habrá que romper moldes, tomar conciencia de nuestros apegos, luchar por conseguir el desapego y, finalmente, gracias al autodescubrimiento personal, conseguir el empoderamiento y decidir en libertad para alcanzar la autonomía personal.
La libertad es la facultad natural que tenemos de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, con lo que nos convertimos en responsable de nuestros actos. Es la posibilidad para decidir sobre cómo actuar ante las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. Hablamos de la potestad para actuar a voluntad, sin restricciones, y alcanzar nuestra plena realización como personas.
Estamos ante un derecho subjetivo fundamental y quizá uno de los bienes más preciados que poseemos, junto a la justicia social y la igualdad. Su dimensión está condicionada por el derecho de los demás, del orden público y social y de nuestra propia responsabilidad. Debemos actuar por reflexión y decidir por libre elección.
El noventa por ciento del éxito depende de la actitud con la que nos enfrentamos a la vida. Si cada mañana nuestra actitud es positiva ante los retos que se nos marcan, podremos actuar sobre nuestras circunstancias y, sin duda, seremos un poco más felices que si nos levantamos pensando que todo puede salir mal.
Albert Einstein decía que si queremos vivir una vida feliz, debemos atarla a una meta, no a un objeto o una persona. Nos estaba animando a deshacernos de aquellos apegos tóxicos que controlan nuestras emociones. Nos estaba diciendo que hay que soltar viejos patrones de conducta y dejar de cargar con mochilas ajenas, evitar sentirnos culpables y hacernos responsables de todos nuestros actos, porque lo importante es gestionar nuestras propias emociones, ejercer el poder y el amor sobre nosotros mismos y progresar en nuestra realidad personal para tener una vida plena y feliz.
Hagamos caso al científico y tomemos este día como el mejor para empezar a valorarnos como nos merecemos. Hoy es el primer día del resto de nuestra vida y debemos aprovecharlo y vivirlo intensamente, como si fuera el último. Porque al final, cuando exhalemos el último suspiro nadie morirá por nosotros. Convirtámosno en los arquitectos de nuestras vidas y pongamos rumbo a nuestra libertad.